Todo será provisional es el título del epistolario que el poeta y pintor Julio Maruri (Santander, 1920-2018), Premio Nacional de Poesía en 1958, mantuvo con Juan Antonio González Fuentes (Santander, 1964) durante el periodo 1995-1999. En aquellos años Maruri vivía y trabajaba en París, manteniéndose bastante aislado de la vida en su ciudad natal. Uno de los escasos amigos que mantenía Maruri en España, el escritor y editor Pablo Beltrán de Heredia, le facilitó a González Fuentes las señas parisinas del artista y le sugirió que le escribiera, pues estaba seguro de que congeniarían. Así comenzó una correspondencia París-Santander, Santander-París, materializada en 42 cartas en las que Maruri narra su vida en la ciudad de la luz, regresa al Santander de su infancia y primera juventud, explica y justifica sus gustos artísticos y musicales (Picasso, Poliakoff, el arte prehistórico y africano, la Callas, Mahler, Chet Baker, Verdi, Leonard Bernstein...), su cinefilia (Visconti, Pasolini, Chaplin, Welles, Warhol...), rememora su etapa santanderina en el grupo Proel y su participación en la Escuela de Altamira y, también, plasma negro sobre blanco su amistad con escritores, poetas y pintores como José Hierro, Vicente Aleixandre, Pancho Cossío, José Luis Hidalgo, Gerardo Diego o Beltrán de Heredia.

Este volumen, editado por el Centro de Estudios Montañeses y el sello del Archivo Lafuente –Ediciones La Bahía–, presenta un trabajo de edición literaria del propio González Fuentes, quien ha escrito el prólogo y se ha encargado de las notas y los comentarios. Estas páginas ofrecen un indudable interés para los interesados en la vida y la obra de Julio Maruri, y arrojan alguna luz sobre asuntos y figuras de la vida cultural en el Santander de la segunda mitad del siglo xx.